jueves, 7 de abril de 2011

RINCÓN DE LA NUTRICIONISTA

ALIMENTACIÓN INFANTIL

La labor educativa se extiende también a la hora de la comida: hay que enseñar a comer y promover hábitos saludables.
El ideal es conseguir un aporte de nutrientes durante esta etapa, por lo que todos los adultos, que forman su entorno: padres y educadores, debemos participar en conjunto para que no solo coman bien, además deben disfruten con estos momentos.
Conseguirlo es una tarea gradual y este trimestre lo iniciamos:

Organizando una rutina que se comienza con la participación del niño: ir al servicio, el lavado de manos, ayudar a poner la mesa (servilletas, su vaso) y sentarse cuando este todo lo que utilizamos, para evitar levantarnos y que nos imiten.
El ambiente debe ser lo mas relajado posible para transmitir los valores de seguridad, respeto  y disfrute de la comida.
Previamente los padres acuerdan la conducta que van a tomar cuando su hijo/a NO quiera comer más para dejarle claro su actuación y sin consecuencias.
Para orientar damos un ejemplo de una ingesta diaria:

DESAYUNOS:
½ vaso de leche ó zumo natural
1 rebanada de pan (blanco, integral, ir alternando las opciones)
Cereales en copos (3 a 5 cucharadas)
3 a 5 Galletas sin relleno, ni  chocolate

ALMUERZOS  Y MERIENDAS
1 pieza de fruta (en trozos, entera ó en papilla)
1 lácteo
½ sándwich de pavo, jamón, queso fresco
½ barrita de cereales (manzana, fresas, albaricoque, melocotón)
Zumos naturales
Gelatinas de frutas

COMIDAS Y CENAS:
Carne ó pescado una pieza (60 a 90 g) 2 a 3 veces en semana
Quesos ó huevo (2 a 3 veces en semana)
Legumbres (1/2 de taza) 1 vez en semana
Verduras ú hortalizas (½ taza) a diario
Pasta ó arroz (½ taza) 2 veces en semana
Bebidas: agua, zumo natural ó leche semidesnatada

DEBE TRANSCURRIR DE 3 A 4 HORAS ENTRE UNA INGESTA  Y OTRA de lo contrario no tendrá hambre y ni siquiera lo probará.
Existen alimentos imprescindibles que deben tomar para su normal crecimiento y desarrollo como: lácteos, frutas, verduras, huevo.
Evitar los condimentos, no porque cambien el verdadero sabor de los alimentos, sino que dañan los órganos, como por ejemplo el riñón. 
Intentar alagar cada logro con manifestaciones afectivas, nunca castigar por no haber logrado la ingesta, ya que, es una edad de cambios fisiológicos en que el apetito es muy variable, es decir, que no depende de su propia voluntad.
 Papás y mamás, ante cualquier consulta estamos para escucharle y brindarles respuestas



                                                                                                              Marisa Torres Casanova
                                                                                                                    Nutricionista